Lecciones aprendidas de la opción B + en la evolución hacia la prueba y el inicio de Malawi, Camerún y la República Unida de Tanzania

Lecciones aprendidas de la opción B + en la evolución hacia la prueba y el inicio de Malawi, Camerún y la República Unida de Tanzania

Por: Thokozani Kalua, Beth A. Tippett Barr, Joep J. van Oosterhout, Dorothy Mbori-Ngacha, Erik J. Schouten, Sundeep Gupta, Amakobe Sande, Gerald Zomba, Hannock Tweya, Edgar Lungu, Deborah Kajoka, Pius Tih, Andreas Jahn
Publicación: Journal of Acquired Immune Deficiencia Syndromes2017; 75: S43 – S50. DOI: 10.1097 / QAI.0000000000001326.

Resumen

La aceleración de las actividades de prevención de la transmisión maternoinfantil (PTMI), junto con la implementación de las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2010, dio lugar a importantes debates e innovaciones a nivel mundial y nacional. Una innovación que cambió el paradigma fue la Opción B + en Malawi. Posteriormente se incluyó en las directrices de la OMS y finalmente lo adoptaron los 22 países prioritarios del Plan Mundial. Este artículo presenta la experiencia de Malawi en el diseño e implementación de la Opción B + y proporciona narrativas complementarias de Camerún y Tanzania. El programa de VIH de Malawi comenzó en 2002, pero en 2009, el programa de prevención de la transmisión maternoinfantil estaba muy por detrás del programa de terapia antirretroviral (TAR) debido a numerosos desafíos del sistema de salud. Cuando la OMS recomendó la Opción A y la Opción B para la prevención de la transmisión de madre a hijo en 2010, quedó claro que el programa de VIH de Malawi no podría implementar con éxito ninguna de las dos opciones sin aumentar las barreras existentes a los servicios de prevención de la transmisión de madre a hijo y reducir potencialmente el acceso de las mujeres a la atención. Las discusiones posteriores con las partes interesadas llevaron al desarrollo de la Opción B +. La puesta en funcionamiento de la Opción B + requirió varias consideraciones críticas, incluida la integración completa de los programas de ART y PTMI, la reducción sistemática de barreras para facilitar la duplicación del número de sitios de ART en menos de un año, la creación de consenso con las partes interesadas y la obtención de recursos adicionales para el nuevo programa. Durante el proceso de planificación e implementación, se aprendieron varias lecciones que son consideraciones para los países en transición a "tratar a todos": El cambio integral requiere un liderazgo y una coordinación gubernamentales efectivos; las guías clínicas nacionales deben adaptarse a las limitaciones del sistema de salud; Los servicios y productos de TAR deben descentralizarse dentro de las instalaciones; el público en general debe estar bien informado sobre los cambios importantes en el programa nacional de VIH; y se debe educar a los pacientes sobre los procesos clínicos para mejorar el seguimiento del programa.