Antecedentes

Cada vez más, se ha reconocido que los enfoques aislados que se centran principalmente en la salud humana son ineficaces para los esfuerzos de contención de la resistencia global a los antimicrobianos (RAM). Las complejidades inherentes de la contención de la resistencia a los antimicrobianos justifican un enfoque multisectorial coordinado. Sin embargo, cómo institucionalizar la coordinación multisectorial de un país entre sectores y entre departamentos acostumbrados a trabajar en silos es un desafío continuo. Este documento describe el enfoque técnico utilizado por un programa financiado por donantes para fortalecer la coordinación multisectorial sobre la resistencia a los antimicrobianos en 11 países como parte de sus esfuerzos para promover los objetivos de la Agenda de Seguridad Sanitaria Global y analiza algunos de los desafíos y lecciones aprendidas.

Métodos

El programa llevó a cabo un análisis situacional rápido de la Agenda de Seguridad Sanitaria Global y el panorama de la RAM en cada país y trabajó con los gobiernos para identificar las brechas, las prioridades y las actividades potenciales en la coordinación multisectorial sobre la RAM. Utilizando la herramienta de evaluación externa conjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los puntos de referencia de la OMS para las capacidades del Reglamento Sanitario Internacional (2005) como orientación principal, trabajamos con los países para lograr hitos clave en la mejora de la coordinación multisectorial eficaz en materia de resistencia a los antimicrobianos.

Resultados

Las intervenciones del programa condujeron al logro de las acciones recomendadas por puntos de referencia clave, incluida la finalización de planes de acción nacionales sobre resistencia a los antimicrobianos y herramientas para guiar su implementación; fortalecer las capacidades de liderazgo, gobernanza y supervisión de las estructuras de gobernanza multisectoriales; establecer y mejorar las funciones de los grupos de trabajo técnicos sobre prevención y control de infecciones y administración de antimicrobianos; y coordinar las actividades de resistencia a los antimicrobianos dentro y entre sectores.

Conclusión

Aún queda mucho por aprender para identificar las mejores prácticas para generar confianza mutua y equilibrar adecuadamente las prioridades de los ministerios individuales con las cuestiones transversales. No obstante, este documento proporciona algunas ideas prácticas para los países y los socios implementadores que buscan mejorar la coordinación multisectorial sobre la resistencia a los antimicrobianos. También demuestra que las acciones de referencia de la OMS, aunque no pretenden ser una lista exhaustiva de recomendaciones, proporcionan una orientación adecuada para aumentar la capacidad de los países para una coordinación multisectorial eficaz sobre la resistencia a los antimicrobianos de manera estandarizada.