El principal conflicto en la región de Tigray en Etiopía está afectando la funcionalidad del sistema de salud de la región, afectando todo, desde los recursos humanos hasta la infraestructura. Los servicios de tuberculosis no son una excepción. El seguimiento de los pacientes con tuberculosis se ha interrumpido y muchas instalaciones han resultado dañadas, incluidos equipos de diagnóstico de laboratorio como microscopios y máquinas GeneXpert. La capacidad para garantizar la continuidad del servicio y recopilar datos de seguimiento y evaluación se ha visto comprometida.

El Proyecto Eliminar la TB de USAID, que apoya los esfuerzos de eliminación de la TB en la región de Tigray, está trabajando actualmente con las partes interesadas y los socios locales para crear una estrategia para reanudar las actividades de la TB en un enfoque por etapas.

A través del equipo regional de Tigray, el proyecto ha respaldado evaluaciones situacionales rápidas para identificar brechas y soluciones. Esto incluye el acceso a los servicios básicos de diagnóstico de la tuberculosis para los pacientes y las comunidades, la vinculación de los pacientes con la atención para la continuidad de los servicios de tratamiento de la tuberculosis, el inventario de las existencias de medicamentos y productos para la tuberculosis y el apoyo a la recopilación y notificación de datos.

Un hallazgo clave de la evaluación fue el número cada vez mayor de desplazados internos (PDI) que se mudaban de la zona afectada por el conflicto a la capital de la región de Tigray, Mekelle. La evaluación identificó diez centros para desplazados internos creados en toda la ciudad. Además de la asistencia humanitaria, se identificó como una solución la detección integrada de enfermedades transmisibles, como la tuberculosis, el VIH y el COVID-19.

En coordinación con la Oficina Regional de Salud de Tigray, el personal del proyecto inició, planificó y llevó a cabo una campaña de detección masiva integrada de TB, VIH y COVID-19 entre los desplazados internos en Mekelle. Entre el 12 y el 25 de marzo, un total de 1,252,087 desplazados internos de los 10 centros de desplazados internos fueron examinados en la campaña masiva. Durante la prueba de detección, no se identificaron casos de tuberculosis, dos personas dieron positivo en la prueba del VIH y ocho personas dieron positivo en la prueba de COVID-19. Todos fueron dirigidos a proveedores de salud para recibir el tratamiento adecuado.