De Fronteras a Frontlines, parteras mexicanas salvando vidas

04 de mayo de 2017

De Fronteras a Frontlines, parteras mexicanas salvando vidas

Durante el año pasado, Tijuana, México, ha visto una afluencia de migrantes haitianos con destino a Estados Unidos que huyen de comunidades que quedaron en mal estado por el terremoto de 2010 y más devastadas por el huracán Matthew en octubre de 2016. Estos migrantes a menudo comienzan su viaje en América Latina y atraviesan varios países y terreno hostil solo para descubrir que no pueden ingresar a los EE. UU. una vez en la frontera. Entre los migrantes haitianos estancados que viven en refugios improvisados ​​mientras contemplan sus próximos pasos, las mujeres embarazadas se enfrentan a otra incertidumbre: si ellas o su bebé languidecerán durante el embarazo y el parto sin acceso a una atención médica especializada para la madre y el recién nacido. Reconociendo esta crisis de salud, un grupo de parteras, Parteras Fronterizas (Borderland Midwives en inglés), llegó al lugar para brindar atención prenatal y un parto seguro, con la ayuda de mujeres que tradujeron del español o del inglés al criollo haitiano. 

Parteras Fronterizas encarna la razón por la que celebramos el Día Internacional de la Partera: para honrar a las muchas parteras de todo el mundo que trabajan en primera línea para brindar atención respetuosa y de alta calidad a las mujeres y los recién nacidos durante el embarazo y el parto. En el Tercer Foro Regional de la Asociación Mexicana de Partería a fines de abril de 2017, parteras tradicionales y profesionales, médicos, gerentes de salud, doulas y estudiantes de partería se reunieron para compartir prácticas y estrategias de partería para promover la profesión de partería en México.  

Desde tiempos ancestrales, las parteras tradicionales han desempeñado un papel central en la asistencia a las mujeres en el hogar durante el parto, pero pocas parteras profesionales dan a luz a bebés en el sector de la salud pública.

Las parteras profesionales que ejercen en el sector de la salud pública a menudo desempeñan funciones de enfermería y algunas carecen de las competencias básicas de partería recomendadas por la Confederación Internacional de Parteras.  

Las primeras escuelas de obstetricia profesional en México se crearon en 1833, pero con el advenimiento de la ginecología y la obstetricia a fines del siglo XIX, el embarazo y el parto se convirtieron en el dominio de los médicos, relegando a las parteras al dominio de las funciones de apoyo. Como los médicos son tradicionalmente hombres y las enfermeras y las parteras son tradicionalmente mujeres, estas divisiones de género en la fuerza laboral del sector de la salud significan diferencias de poder de género en la forma en que los colegas y el público consideran y apoyan a los proveedores de salud. 

Recientemente, el gobierno mexicano se ha centrado en devolver la responsabilidad de la asistencia calificada del parto a los centros de atención primaria y secundaria y en fortalecer la profesión de partería. El gobierno mexicano tiene como objetivo mejorar la calidad y cobertura de los servicios de salud materna, reducir la tasa de cesáreas (que va desde más del 40% en los establecimientos públicos al 80% en los privados) y aliviar la demanda de servicios de maternidad en los hospitales. Un gran movimiento de la sociedad civil, incluidos los usuarios de los servicios de salud y las parteras, favorece esta tendencia hacia el parto humanizado y respetuoso con la visión de que el parto es un proceso natural que solo requiere intervención médica cuando surgen complicaciones.  

MSH contribuye a esta iniciativa nacional para fortalecer la partería profesional a través de una subvención de la Fundación John D. y Catherine T. MacArthur para desarrollar herramientas de promoción y desarrollar la capacidad de promoción de las parteras y los partidarios de la partería. En el Tercer Foro Regional de la Asociación Mexicana de Partería, el personal de MSH dirigió un taller de promoción con el UNFPA.

Aunque los participantes del taller representaron diversas perspectivas y roles culturales, varias tendencias surgieron de nuestra dinámica discusión. Los participantes previeron los siguientes cambios:

Para lograr estos cambios deseados, los participantes del taller de promoción identificaron los siguientes objetivos y estrategias:

Aumentar la visibilidad de la atención dirigida por la partería.

  1. Fortalecer el marco legislativo que apoya la atención dirigida por partería a través de manifestaciones públicas y discusiones directas con los legisladores.
  2. Cree videos para las redes sociales y presente historias a la prensa para concienciar al público sobre el papel fundamental que desempeñan las parteras en la atención de la salud materna y neonatal.

Facilitar el trabajo de las parteras tradicionales.

  1. Reúna a las parteras y médicos tradicionales para que puedan trabajar juntos cuando surjan complicaciones.
  2. Informar a las mujeres sobre el papel y los conocimientos de las parteras.

Aumentar el reconocimiento de la partería como profesión válida.

  1. Fortalecer la capacidad de trabajo en red. Si bien la Asociación Mexicana de Partería es clave para este proceso, las redes de parteras están fragmentadas, por lo que las parteras aún carecen de una identidad de grupo. A través de un sentido de unidad fortalecido, las asociaciones de partería locales pueden ser defensores más fuertes y efectivos.
  2. Genere evidencia para la partería documentando los cambios en los establecimientos de salud y luego utilice esta evidencia para abogar por políticas de apoyo a la partería.

El avance de la profesión de partería ayudará a México a lograr su objetivo de garantizar que todas las mujeres tengan acceso a servicios de embarazo y parto respetuosos y de alta calidad. Algunas Parteras Fronterizas asistieron a la conferencia, algunas, así como una serie de otros profesionales motivados y comprometidos de todas las edades, desde parteras de 75 años hasta estudiantes de partería de 20 años. Estos profesionales de partería están bien posicionados para ayudar a México a lograr sus objetivos de salud materna.